Estados Unidos es un país fundado por inmigrantes. Desde sus inicios, la gente ha venido para labrar un mejor futuro para ellos y sus familias. En los primeros tiempos del país, la mayoría de los inmigrantes procedían de Europa. Pero con el tiempo, el perfil ha cambiado. Hoy en día, Estados Unidos acoge a personas de todo el mundo.
La historia de la inmigración en Estados Unidos es una historia de esperanza y oportunidades, de personas que lo han arriesgado todo por sus familias. Cada oleada de inmigrantes ha traído nueva vida y energía al país, aportando su propia cultura y tradiciones únicas a la nación.
La migración siempre ha formado parte de la experiencia humana, pero en los últimos años, el fenómeno mundial ha alcanzado niveles sin precedentes. De 2015 a 2016, el número de personas que cruzaron las fronteras internacionales aumentó en 2,3 millones, y en 2017, el número de personas desplazadas por conflictos alcanzó los 68,5 millones, el nivel más alto jamás registrado. Aunque hay muchas razones por las que la gente emigra, una de las más comunes es huir de la violencia y la persecución en su país y buscar refugio en otro lugar.
Desde principios de la década de 2000, se ha producido un aumento sin precedentes de la migración en todo el mundo. En 2015, había 244 millones de migrantes internacionales, frente a los 220 millones de 2010.
Se prevé que esta cifra aumente a medida que los conflictos y la inestabilidad sigan asolando partes del mundo. Aunque la migración tiene muchos efectos positivos —como las remesas, que ascendieron a 601.000 millones de dólares a nivel mundial en 2016—, también suele provocar la separación de las familias.
En los últimos años, nuestro sistema de inmigración se ha paralizado. Las familias se están separando y millones de personas viven con miedo e incertidumbre. Es hora de que el Congreso actúe. Debemos aprobar una reforma migratoria integral que asegure nuestras fronteras, fortalezca nuestra economía y defienda nuestros valores como nación de inmigrantes. Debemos hacer lo correcto, y debemos hacerlo ahora.
Una petición familiar es un proceso mediante el cual los ciudadanos estadounidenses pueden solicitar que sus parientes cercanos, incluidos los cónyuges e hijos solteros, sean admitidos en Estados Unidos como residentes permanentes legales.
La esperanza de una petición familiar es que proporcione un camino hacia la residencia legal permanente y la eventual ciudadanía para los familiares del peticionario. El proceso puede ser complejo y requiere una cuidadosa preparación, pero con la ayuda de nuestras consultoras en inmigración podemos concluirlo con éxito. Agenda una consulta gratis al 888-545-8545. En Adriana’s Immigration Services, unimos familias.
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